domingo, 16 de marzo de 2014

Cerca del final, donde todo empieza: #eduPLEmooc

Llegados a estas alturas del curso, no podemos sino dar la pertinente respuesta formativa al virtual e imaginativo reto que se nos planteara ya en la unidad 4 (Creación de una comunidad de aprendizaje) sobre Afania. No obstante, antes de elaborar el mismo, debemos ser conscientes de los pequeños y constantes pasos que nos han llevado a crear este producto final. Con semejante pretensión de recopilar el camino recorrido en estos dos meses, ¿qué mejor manera que servirnos para ello de Storify?

[Actualización: Storify "murió", de ahí que no pueda verse más el trabajo realizado...]

Centrémonos ahora en el otro aspecto nuclear de esta entrada: el reto de Afania. Para ello, en pos de incorporar efectivamente los recursos tecnológicos pertinentes en el aula a través de un profesorado verdaderamente competente, me incliné por un aspecto concreto: el uso de las Redes Sociales en el Aula. Para ello, si bien tarde y tras explorar muchos otros ámbitos que también son de mi interés, me he incorporado a una Comunidad de Aprendizaje para formarme en el tema en cuestión y establecer un lugar en el que comparticular mi particular punto de vista sobre el mismo, de modo que pueda aspirar a a ampliar las miras contempladas por el trabajo colaborativo realizado por los miembros de la misma hasta llegar a su interesante producto final.



¿Cuáles son mis conclusiones y aportaciones surgidas tras #EduPLEMOOC, en general, y sobre el empleo de las Redes Sociales en el Aula, en particular?

  • Es fundamental que los responsables de los diversos niveles educativos de un país (y, en gran parte, de su futuro) establezcan redes de aprendizaje para tratar los problemas del día a día en el aula, puesto que es el modo de que la educación mejore efectivamente y esta ambición no quede reducida a una suerte de retórica pomposa sin verdadera aplicabilidad
  • Para tales fines, hemos de considerar el amplio campo de acción que el mundo virtual nos abre. No obstante, cuidémonos de nuestros movimientos, pues estos van conformando una huella digital de la que va a depender, en gran parte, aquella característica que en la entrada anterior señaláramos como esencial en el docente: su ejemplaridad.
  • La realidad no es algo contra lo que la escuela deba luchar, sino de lo que ha de servirse. Por lo tanto, las Redes Sociales deben servir como aliado, y no como enemigo, de la acción docente. Su introducción en el aula debe ser progresiva, acorde al grado de familiarización de los diversos actores escolares (escuela, familia, sociedad) con estos recursos.
  • La verdadera finalidad de la reflexión grupal es la implementación en forma de medidas concretas en el aula de los proyectos esbozados. Pensar desde y para la acción es el objetivo. No existe una Afania, sino millones de Afanias de diversas características que requieren de otros tantos millones de redes colaborativas de aprendizaje para dar respuesta a los problemas inherentes a su condición de pequeña sociedad en desarrollo. ¿A qué esperas?
¡Un placer!

martes, 11 de marzo de 2014

#GrandiosoMoocafé

Tras haber disfrutado de mi primera experiencia en un #MOOCAFE aprovecho este espacio, esta huella digital que vengo reescribiendo desde que #EDUPLEMOOC comenzara, a reseñar la experiencia vivida mediante los recursos recomendados para el mismo en la unidad 6.



Desde el punto de vista del aprendizaje permanente, así como de la cohesión social asociado a esta, y la implicación de sendas competencias de aprender a aprender y digital, son algunos de los aspectos que justifican el valor de la realización de un #MOOCAFÉ. En aras de hacer efectiva la aserción de que el aprendizaje es una actividad social, anoche cuatro docentes interesados en desaprender y ver emerger nuevas metodologías formativas nos reunimos para los fines presentados:

  • Vanessa Izquierdo (Valencia, España), filóloga (causalidades de la vida) y profesora de ELE, que actúo como coordinadora del evento y nos contó sus actuales proyectos e inquietudes sobre la inclusión de nuevas tecnologías en el aula.
  • Simmón García (México DF), docente en el Instituto Estatal para la Educación de los Adultos con más de 35 años de experiencia y, según el mismo, entusiasmado con su constante desaprendizaje e innovación educativa.
  • Magaly Ramírez (Oaxaca, México), quien desde el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (y, más concretamente, desde el área de Materiales educativos) transmite sus conocimientos pedagógicos al servicio de programas compensatorios.
  • Y servidor (Salamanca, España), filólogo también, el más inexperto y, por tanto, con muchas ganas de aprovechar este tipo de iniciativas.
A lo largo de la amena conversación que mantuvimos, tratamos una serie de temas que habíamos fijado como orden del día en un documento compartido en la sesión desde diversos puntos de vista:


Algunas de las conclusiones que surgieron durante la amena conversación, en la cual descubrimos que pese a nuestras diferencias manteníamos posturas relativamente afines respecto a los pormenores educativos que debatimos, fueron las siguientes.
  • No importan tanto los años de experiencia en el aula como la voluntad de renovarse constantemente y adaptarnos a los nuevos tiempos y nuevos alumnos.
  • Hemos de cuidarnos del seguimiento de 'modas pedagógicas' y su implementación debida únicamente a la novedad; por contra, es fundamental la programación, análisis y evaluación de su uso en el aula. 
  • Seamos conscientes de la huella digital que dejamos con nuestras acciones, y reflexionemos sobre la pertinencia de las mismas a partir de nuestra actividad en la red.
  • Consideremos el punto de vista del alumno respecto a las nuevas metodologías para comprobar si verdaderamente estas son efectivas o no.
  • Todos compartimos la aspiración a lograr la denominada 'clase al revés', en la cual se hace patente el protagonismo efectivo del alumnado.
  • Como profesores, como eslabones de la familia, escuela y sociedad, hemos de aspirar a la ejemplaridad que haga de nosotros estandartes educativos de nuestro radio de acción pedagógico.
  • Es importante mantener el contacto en redes de conocimiento compartido para no dejar de aspirar a la permanente actualización que requerimos como docentes.

No obstante, invito a cuantos pasen por este espacio a consultar la conversación íntegra, la cual adjunto sobre estas lineas. Satisfecho con la experiencia, recomiendo altamente la realización de esta actividad. 


¡Un saludo!


jueves, 6 de marzo de 2014

Gestión de la información (ciberdocumentación) y curación de contenidos

Tras un lapsus de un mes, en el cual no obstante he tratado de no perder el contacto con el curso, vuelvo a convertir en productos finales las no pocas tareas que he dejado, hasta el momento, inacabadas. Así, siguiendo con la unidad 3, abordamos la cuestión de la gestión de la información.

¿Cómo no comenzar por esta imagen de El Roto; magnífico analista social, por cierto? No en vano, la era tecnológica del siglo XXI se caracteriza, precisamente, por una abundancia de información: apellido que inmediatamente se ha adaptado para la sociedad. Para algunos, es este más acertado que el de conocimiento en tanto que este último implica una actividad, una transformación activa por parte del receptor no necesariamente arraigada en nuestra sociedad, tal y como sugiere la imagen previamente presentada. No en vano, la transformación de la (sobre)información a la que estamos sometidos día tras día en conocimiento exige una capacidad que no todos poseemos. ¿Somos todos supertasker?


En cualquier caso, y antes de adentrarnos en el aspecto concreto de la (sobre)información, quisiera dilucidar la cuestión definitoria con la propuesta leída en Palabras en juego: enfoques multiculturales sobre las Sociedades de la Información (2005) sobre la referencia no a la sociedad, sino a las sociedades, en tanto que esta se apropian de la tecnología y no al contrario; reafirmando el carácter instrumental de las TIC. La tecnología, pues, no debe ser tanto un fin en sí mismo sino como un medio en el cual la información transcurra según unos determinados filtros. Por ello, presento el término ciberdocumentación, que podemos observar desde dos perspectivas compatibles:
  • Teórica: Especialidad de la documentación que estudia el documento digitalizado de diverso formato con información sobre las realidades humanas actuales, su tratamiento y el dinámico proceso documental que acontece en un cibermedio. 
  • Práctica: Especialidad de la documentación en la que la prudencia orienta la gestión de información sobre las realidades humanas que circula en el ciberespacio para contribuir al bien común.
Adaptadas de Ciberdocumentación: una respuesta a la era de la sobreinformación (2013), las mismas nos sitúan ante la necesidad de desarrollar esa capacidad gestora que desde este propio curso se nos viene señalando. La ciberdocumentación, pues, es inherente a la propia Competencia Digital, en tanto que el propio uso de la tecnología de un modo descontrolado no es beneficioso en absoluto. Por ello, de acuerdo a las ideas que trata de mostrar este curso, reflejo mis humildes propuestas para la mejora de la gestión de la información:
  1. Registro en Diigo e instalación del marcador. Si bien es algo ya conocido por cuantos cursamos #EDUPLEMOOC, resulta una herramienta útil que amplia las posibilidades de la gestión de la marcadores en el navegador (práctica que, por mi parte, realizaba antes), en tanto que permite la creación de auténticas redes de conocimiento.
  2. Gestión del tiempo de consulta. A raíz del vídeo previamente presentado y partiendo de la ingente cantidad de horas que personalmente paso frente a la pantalla luminosa, quizás sea necesaria la limitación personal del tiempo dedicado a diario al contacto con la información. Si bien parece una obviedad, es evidente que nuestra sociedad excede el tiempo de consulta de la misma, por lo que es una propuesta de actuación verdaderamente considerable.
  3. Creación de un blog especializado. Centrándonos en la propia creación en la red, y puesto que lugares sobre información general abundan en la misma, la aportación personal que podemos realizar al ciberespacio no pasa sino por una hiperespecialización de un campo de conocimiento concreto (un género literario, una época de la historia, un equipo de fútbol) que pueda servir de fuente de información para cuantos visitantes requieran de tal recurso en un momento concreto.
Al fin y al cabo, se trata de optimizar los procesos de enseñanza-aprendizaje con la mayor efectividad posible, quedándonos con lo verdaderamente importante y no perdiéndonos en el mero ruido.

Pixabay.com

Por otra parte, respecto a la curación de contenidos, cabe señalar que aquellos profesores de formación más clásica, acostumbrados a leer largos textos, solemos olvidar que no todos los alumnos están tan familiarizados con la unicidad textual de soporte, la única en otros tiempos. Por eso, hemos de aprender a servirnos de representaciones visuales de la información más dinámicas, visuales, atractivas. ¡Ojo! No es una cuestión de sustituir unos patrones de lectura por otros, sino de complementar recursos al servicio de un aprendizaje significativo. Y, por ello, el propio concepto de curación de contenidos puede encontrar en la infografía un vehículo adecuado:

Easel.ly